Recuerdo haber leído el titular de un periódico que señalaba lo siguiente: “Las hipotecas crecieron el 20,5% en mayo, la menor tasa desde septiembre de 2002”. La verdad es que no me extrañó lo más mínimo, dada la incesante subida de los tipos de interés.
Según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) el saldo vivo de las hipotecas ascendía en mayo a 977.747 millones de euros, un nuevo máximo histórico que supone un incremento del 20,5% respecto al mismo mes de 2006, la menor tasa de crecimiento que se registra desde septiembre de 2002.
Y es que tanto las entidades financieras como los clientes se lo piensan dos veces a la hora de de conceder o solicitar un crédito hipotecario. Desde marzo de 2006, cuando el crecimiento de las hipotecas se aproximó al 28%, las tasas interanuales han ido descendiendo paulatinamente y al cierre del pasado mes ya se situaron en el 23,3%.
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