Muchas de las personas mayores que apenas llegan a fin de mes con su pensión podrían mejorar su situación si recurriesen a una hipoteca inversa. Esta fórmula les permite disponer de una renta mensual extra, sacando así partido a su patrimonio en la última etapa de sus vidas.
Esta son las conclusiones del estudio 'La riqueza inmobiliaria, ¿un cajero automático para la tercera edad?', realizado por Òscar Mascarilla, Joan Costa y Joan Gil. Las hipotecas inversas no suponen la venta inmediata de la propiedad al banco, ya que los futuros herederos pueden recuperar la vivienda pagando las mensualidades que el banco le haya abonado al propietario. El 92% de las familias españolas con cabeza de familia entre los 65 y los 75 años cuentan con una vivienda en propiedad con valor medio de 180.300 euros.
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