Quién nos lo iba a decir tan sólo hace unos años, cuando allá por los 90 España fue un mercado donde predominaban las hipotecas fijas. Pero con la entrada del euro (y del euribor) se inició una tendencia descendente de los tipos de interés y con ello las hipotecas variables comenzaron a convertirse en el producto estrella de los escaparates financieros en nuestro país. Pero, claro está, que con la subida de tipos pierden su atractivo y aumentan los riesgos.
En España se tiene la idea de que las hipotecas fijas son más caras que las variables. Y en cierta manera eso no es del todo correcto. Es cierto que la gama de oferta fija es escasa y más cara, pero no tiene por qué ser obligatoriamente así. De hecho, influyen distintos factores, como la legislación, que ha impedido que la banca lance una batería más amplia de ofertas. La razón, el tener constreñidas las comisiones que se cobran en caso de amortización anticipada. Para flexibilizar este aspecto se tiene previsto aprobar una Ley para marzo.
El caso es que España tiene las hipotecas más caras de toda la Eurozona. Y eso es porque en países como Francia, Alemania, Italia o Bélgica lo habitual son las hipotecas a tipo fijo. Lo importante para un ciudadano es a qué precios se endeuda y sí lo está haciendo con más o menos acierto de cara a la evolución de los tipos de interés.
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viernes, 21 de septiembre de 2007
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